La tapia es uno de los tantos sistemas tradicionales de construcción con tierra cruda que el hombre inventó desde tiempos ancestrales. Se le dice tierra cruda porque ésta no sufre los procesos de cocción por los que pasan otros materiales como, por ejemplo, la arcilla cuando se hacen los ladrillos. A diferencia del bahareque, la tapia no utiliza estructura de horcones y palos de madera, sino que es la misma tierra, la que se va apisonando dentro de las formaletas u «hojas del tapial», la que sostiene el peso de la casa.
Es tal su resistencia y durabilidad que todavía hoy abundan por doquier los muros de tierra apisonada. En las zonas más urbanas suele esconderse tras revestimientos inadecuados de cemento, los cuales se adhieren con dificultad a la tierra.
Ventajas de la construcción con tierra Es el material más abundante que hay. Se consigue en casi cualquier lugar. No genera escombros durante la construcción. Es biodegradable. Confiere mayor confort térmico (son cálidas en el frío y frescas en el calor) Confiere mayor confort acústico. Es armónica con su entorno natural. Es más [sic] saludable (por usar materiales naturales). Presenta mayor resistencia sísmica. Es ideal para la autogestión y procesos autoconstructivos. La tapia: un arte que se niega a morir /Alejandro Ascanio
Concepción, Concepción, patria mía Hoy tu nombre Ayacucho resuena Y en sus hondas de humo en Pichincha Tus acentos de gloria se lleva.
Blanda cuna de mimbres y rosas Tus risueñas colinas mecieron Y en la frente del héroe orgulloso Suave beso tus brisas pusieron.
Concepción, Concepción gloria tuya, Es la gloria del bravo guerrero Que en Junín, Boyacá y Tenerife Brillar hizo su intrépido acero.
Concepción en tu cielo la historia Con estrellas tu nombre grabó Y de Córdoba el noble y valiente A ti madre en sus folios llamo. Autor: Benjamín Tejada
Claro ejemplo del fervor religioso de los habitantes del pueblo, su nombre se debe a la gran devoción que se profesa a la Virgen de la Inmaculada Concepción, templo estilo romano con un altar barroco. El arquitecto Fue el Señor Luciano Jaramillo, concepcionino.
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